La multa de Bruselas a España despierta recelo entre los expertos

Incumplimiento del déficit

La mayoría de economistas critica la posible sanción de la Unión Europea a España por incumplir los objetivos de déficit

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La lucha política por el déficit: Mariano Rajoy y Luis de Guindos en el lado español; Pierre Moscovici y Jean Claude Juncker, los representantes comunitarios

LVD

La Unión Europea (UE) podría decidir multar a España por el incumplimiento del déficit la próxima semana. Una decisión que ha suscitado polémicas y que despierta recelos en el mundo económico. Las opiniones recogidas por este diario a prestigiosos académicos e institutos de opinión coinciden en que, pese a que España no respetó lo acordado, la sanción causaría más daños que beneficios.

Pese a que la violación del pacto fue deliberada según la opinión de Bruselas y el país no aprovechó el tirón del crecimiento para ajustar las cuentas, España también puede presumir de haber hecho muchos deberes a lo largo de estos años. Para salir de la crisis, se llevaron a cabo dolorosos recortes según los dictámenes de las políticas de austeridad. Con un progreso indudable, ya que el déficit llegó hasta el 11%, se ha reducido el déficit a más de la mitad. Si España–que ya tuvo que soportar en su momento la presión de los mercados y de la prima de riesgo– se viera obligada a pagar una multa, el déficit empeoraría en lugar de mejorar.

Asimismo, sostienen los expertos consultados, desde un punto de vista político, el castigo de Bruselas transmitiría una imagen de excesiva rigidez y esto daría alas al euroescepticismo, en un momento de extrema fragilidad para la eurozona después del Brexit. Una sanción elevada legitimaría los partidos más populistas en el resto de países miembro que culpan al euro, a los burócratas de la Comisión y a la austeridad del aumento de las desigualdades sociales y del actual estancamiento económico.

Por último, tampoco se puede olvidar que la sanción supondría una cierta disparidad de tratamiento respecto a casos anteriores. España es la última en violar el Pacto de Estabilidad, pero el objetivo de déficit no se ha respetado 165 veces en los últimos quince años. Y todos los infractores han salido limpios. ¿Por qué España debería ahora pagar por sus pecados?

Los ciudadanos ya castigan con su voto

Matthias Bauer, European Centre for Political Economy

Una mejor manera de sancionar a gobiernos ineficientes que gastan en exceso, sería garantizando la transparencia de la administración central, regional y municipal, para que los votantes tuvieran una imagen precisa de quién gasta qué y quién se beneficia más del dinero de los contribuyentes. Las sanciones que son realmente efectivas son las de los votantes que creen en una cultura de estabilidad fiscal y que pueden castigar al Gobierno en las urnas.

Volvería otra vez la austeridad

Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas

Una multa obligaría el Gobierno a adoptar medidas de austeridad y afectaría a la economía, en plena recuperación. Además, el incumplimiento del objetivo de déficit no ha perjudicado a otros países: el coste de financiación de la deuda pública ha caído y Alemania paga tipos negativos por sus emisiones de bonos. Finalmente, sorprende que Bruselas estrene sanciones con un país que realiza las reformas que se le requiere. Lo que se necesita es una reducción realista del déficit.

El déficit irá cayendo

Fernando Broner, Barcelona GSE, CREI y UPF

No tendría sentido la multa. Una parte importante del déficit, alrededor del 2% del PIB, se explica por el hecho de que la economía todavía está recuperándose de la crisis. Además, los intereses sobre la deuda irán cayendo a medida que los bonos emitidos durante los períodos en que España pagaba alta primas de riesgo se reemplazan por nuevos bonos a tasas menores. Por lo tanto el déficit debería continuar cayendo sin necesidad de importantes reformas fiscales.

Tres razones de peso para no multar

Emilio Ontiveros, presidente de AFI y catedrático de la UAM

En modo alguno hay que multar. En primer lugar porque las circunstancias en las que ha tenido lugar la desviación son excepcionales, tras un periodo de intensa recesión. Segundo, porque hay precedentes más que suficientes en otros países que han violado los límites de déficit y no han recibido sanción. Por último, porque el periodo al que se enfrenta la eurozona requiere eludir cualquier amenaza al ya vulnerable crecimiento y a la desafección de los ciudadanos.

Los objetivos no se ajustan a la realidad

Bob Pollin, Universidad de Massachusetts

No, no creo que se debería sancionar España. Los objetivos de déficit no tienen en cuenta de forma adecuada las circunstancias actuales. Tampoco consideran el uso que se da a los fondos europeos. Los límites de déficit no se ajustan al coste de la deuda y a los relativos intereses. No digo que el gobierno actual debería gastar de forma más eficiente, pero las críticas que recibe deberían hacerse teniendo en cuesta estas otras variables.

Daría alas a los partidos antisistema

Robert Ledger, Global Risk Insights

No se debe multar España. El Brexit ya ha mostrado el desencanto de la gente con Bruselas. La aplicación de las sanciones pone en peligro la legitimación que tiene la UE con sus votantes. España ha seguido políticas de austeridad durante cinco años, un castigo sería contraproducente. La Unión necesita el consenso de sus ciudadanos, una austeridad excesiva no hace que dar alas a partidos antisistema, como se ha visto en España en las dos últimas elecciones.

Así se bloquearía el crecimiento

Luca Visentini, Confederación Europea de Sindicatos

El sindicato europeo es contrario a multar España porque así se bloquearían las tímidas señales de crecimiento que se están registrando en Europa. Y sin crecimiento, no se puede reducir la deuda ni hay perspectivas de futuro. El Pacto de Estabilidad ha fracasado y hay que reformarlo para permitir a todos los países liberar el gasto público para las inversiones, que, junto a la demanda, es el elemento clave para el desarrollo y luchar contra las desigualdades.

Es mejor incentivar el empleo

Rafael Doménech, economista de BBVA Research

Las políticas fiscales expansivas, como en 2015, no se financian solas, no hay menús gratis. Por eso hay reglas en la UE, pero el ajuste debe ser inteligente. Más que sanciones, la Comisión debe exigir medidas que impulsen el crecimiento y el gasto público y empleo de calidad, lo que permite recaudar más y reducir el déficit. Por ejemplo, es mucho mejor incentivar el empleo indefinido con cambios en la regulación laboral que con bonificaciones temporales.

Reforzaría el euroescepticismo

Paul de Grawe, London School of Economics

No, desde luego yo creo que España no debería ser sancionada por no haber cumplido los objetivos de déficit. Estas sanciones, en el caso de hacerse efectivas, no harán otra cosa que reforzar el euroescepticismo y las fuerzas políticas que defienden una salida de la Unión Europea. Al imponer una multa, la Comisión Europea se convertiría en el punto de mira y en el objetivo de los que quieren destruir la construcción europea.

No es un crimen y no tiene impacto

Charles Wyplosz, The Graduate Institute de Ginebra

Desde una perspectiva legal, España no respetó sus compromisos. Y el Pacto exige sanciones. Pero España ha llevado a cabo reformas significativas. Y esto, según las revisiones aplicadas al Pacto, debería considerarse como un factor a tener en cuenta. Es verdad que España está creciendo y que es cuando es más fácil recortar el déficit con lo que se perdió la oportunidad. Pero esto no es un crimen y tiene un impacto cero en la Eurozona. Yo no multaría.

La Comisión no se atreverá

Patrice Gautry, economista jede de Union Bancaire Privée

Teniendo en cuenta los ajustes llevados a cabo en el pasado en España y los riesgos de fragmentación en la UE después del voto británico, hay una baja probabilidad de que la Comisión imponga algún tipo de sanción económica, pese a que España no cumplió los objetivos de déficit en 2014 y 2015. De hecho, será incluso difícil para el próximo gobierno español respetar el techo del 3,6% del PIB sin que se lleven a cabo más recortes.

Ya tenemos a los mercados que vigilan

Francesco Daveri, Universidad Católica/Bocconi Milán

La disciplina fiscal es importante, pero Europa no puede ser una unión basada en las multas. Ya tenemos a los mercados encargados de sancionar los déficit y el endeudamiento, si son excesivos, así como otros factores de desequilibrio, más allá de las décimas o los puntos en porcentaje que pueda calcular Bruselas. La Comisión debería vigilar y sugerir soluciones basadas sobre las prácticas seguidas en otros países. Las multas sólo empeoran las cosas.

No existe una jurisprudencia

Guillem López-Casasnovas, Universitat Pompeu Fabra

Gastarse lo que no se recauda es lo que propone Podemos y hace el PP. Este último predica la consolidación fiscal que no practica. No sé si Europa multará España, lo que prueba para mí que no existe en la UE senda jurisprudencial y previsibilidad institucional. En abstracto parece claro que debiera multar: incumplimiento reiterado, justo cuando España alardea crecer tanto. Desde la lógica lo hará, pero de modo fútil: espero gesticulaciones vacuas, de conveniencia.

Sería un error, se necesita flexibilidad

Simon Tilford, Centre for European Reform

Creo que la forma en que la eurozona gestiona su política fiscal es errónea. Sancionar a España sería un error. Si ha crecido en los últimos dos años es porque el Gobierno no ha recortado tanto como quería la Comisión Europea. Si lo hubiera hecho, su economía sería más débil y la inflación más baja. Sería necesario que los países tengan mayor flexibilidad para fijar su política fiscal. Pero habría que cambiar el Pacto de Estabilidad y Alemania no quiere.

Las proyecciones son erróneas

Grégory Claeys, Bruegel European Think Tank

No creo que sea apropiado sancionar hoy a España. Las normas se basan en unas proyecciones que son muy difíciles de contabilizar en tiempo real y que, además, la Comisión Europea ha elaborado erróneamente desde que empezó la crisis. Aplicar hoy en día estas reglas de por sí imperfectas puede tener consecuencias políticas muy negativas, con el crecimiento de partidos euroescépticos por toda Europa.

El mensaje es político

Vincenzo Scarpetta, Open Europe Think Tank

En lo que se refiere a la posibilidad concreta de imponer una sanción, lo que realmente es importante, por lo menos para los Estados más halcones como Alemania y Holanda, es el mensaje político de haber abierto el procedimiento. Al final, todo se reduce a un gesto esencialmente simbólico y a la intención de marcar al país con un estigma político, pero creo que no tendrá ningún impacto inmediato y objetivo, ni para España y ni para Portugal.

La respuesta no son las sanciones

Ángel Gurría, Secretario general de la OCDE

La última cosa que queremos en este momento es crear divisiones entre nosotros aplicando sanciones que no son ni siquiera sanciones, porque tienen que ver con el pasado. La respuesta no son las sanciones, es la flexibilidad. En la UE no toman en consideración el hecho de que cuando un país enfrenta una crisis bancaria debe hacer lo que sea necesario para mantener la estabilidad de los mercados financieros.

Aunque sea simbólica

Daniel Gros, Centre for European Policy Studies

España no ha observado los objetivos que le habían fijado hace años. Es verdad que la economía española está creciendo, pero precisamente por eso no existe ninguna excusa y ningún motivo para no proceder a la imposición de sanciones, por lo menos simbólicas. La ausencia de un gobierno no constituye un motivo para no poner multa. La UE se relaciona con países y el país que no consigue darse un gobierno tiene un problema. Pero es su problema.

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